Todo el mundo, unos más que otros, se encuentran en disgusto con algún aspecto de su vida. El mundo real, el cotidiando, lo que nos rodea, no suele superara nuestras espectativas, de hecho, normalmente es peor de lo que quisiéramos. En nuestra infancia, cuando nos preguntaban qué queríamos ser de mayores, siempre decíamos algo como policía, bombero, médico, astronauta, actor, cantante, soldado... ¿y después cuantos conseguían lo que querían ser? Muchos se quedan por el camino y acaban en trabajos que no buscaban pero que es lo que tienen. Todos los que querían ser héroes se terminan convirtiendo en anónimos trabajadores como el resto del mundo. Y es que el mundo no suele ser como muchos querríamos que fuera.


Pero imaginad por un momento que os dan la oportunidad de cambiar las cosas... Todo el mundo desea algo en su vida. Todos queremos algo que sería nuestra fantasía hecha realidad. Ser un actor famoso, haber conquistado a aquella chica, Viajar por todo el mundo como periodista de renombre, haber hecho un descubrimiento importante para la comunidad científica... es como lo que queríamos de niños, pero en otra edad. Imaginad que nos dieran todo eso que hemos querido siempre, y no me refiero a TODO -léase TODO como tener riquezas producto de la avaricia y la ambición- sino esa fantasía que siempre hemos guardado. Esa fantasía que siempre hemos querido que se hiciera realidad.

El problema de todo esto es que lo que siempre hemos querido quizás no sea como nosotros queríamos. Nuestra visión de ese ALGO ideal era, en efecto, ideal y cuando lo alcanzamos quizás no sea lo que hubiéramos esperado... quizás incluso sea peor. Es terrible pensar que nuestro mayor sueño, una vez convertido en realidad, sea nuestra peor pesadilla.

Esto es lo que podemos ver como trasfondo de Dinastía de M. -al menos es la interpretación del autor de este post, el cual quizás quiso ver más de lo que había-. Una historia en la que alguien consigue darle al mundo lo que siempre ha querido. Muchos tienen lo que siempre han soñado y viven sus vidas ideales, pero no se dan cuenta de que esas vidas ideales se van volviendo pesadillas, parte de un sueño que no es el suyo y del que deben despertar antes de que se vuelva más horrible. Y es que lo que siempre hemos querido tener puede que no sea lo que necesitamos tener. Y puede que, nuestros sueños, por ser sueños, al entrar en contacto con la realidad, se hagan mil pedazos.

PD: La foto que acompaña el texto es la famosa imagen de MAGNETO que apareció en la prensa y la televisión por motivo de parecidos razonables con una foto del Rey de España.